jueves, 22 de abril de 2010

Cubismo



El cubismo es el movimiento más significativo y transcendente de la historia de la pintura occidental desde el Renacimiento, por lo que tiene de ruptura con la estética clásica, el concepto de belleza y las nuevas formas de observar la naturaleza. Su visión del arte es tan radicalmente diferente que conmocionó todo el mundo del arte. A partir del cubismo, el concepto de arte y de belleza cambia radicalmente, nada se podrá hacer igual, y las obras anteriores se mirarán de otra forma. Fue desarrollado entre los años 1907 y 1914

Picasso está en el origen de la creación del cubismo y es su representante pictórico más destacado. Pero también es su inventor teórico, junto con Georges Braque y Juan Gris. Sus planteamientos son totalmente inéditos en el arte. Crea un nuevo lenguaje pictórico y estético que implica una nueva relación entre el espectador y la obra de arte. El espectador no se puede quedar contemplando sin más la obra, sino que debe reconstruirla en su mente para poder comprenderla. La pintura es algo mental, el espectador interpreta la realidad según las pautas que da la obra y se convierte en artista, en creador. La nueva estética se desliga completamente de la interpretación o la semejanza con la naturaleza, lo que significa que la obra de arte tiene valor en sí misma, como medio de expresión de ideas. Esta desvinculación de la naturaleza se consigue a través de la descomposición de la figura en sus partes mínimas, y pintadas de forma geométrica. Esta descomposición no es casual, sino que está muy estudiada y calculada, para permitir la recomposición mental de la figura.

El cubismo es un arte creado, es un nuevo lenguaje y una nueva estética, un replanteamiento integral de la pintura y las artes plásticas. Hasta el momento, ni los más radicales fovistas se habían atrevido a romper con el lenguaje convencional y sensitivo que representaba, en mayor o menor grado, la naturaleza, desde los tiempos griegos. Pero el cubismo rompe con todo eso; es un arte mental no sólo en las formas sino en la concepción de la obra. Para comprender un cuadro hay que pensarlo. Hará un replanteamiento de la obra de arte, de lo que son las formas, de la luz, la perspectiva, el movimiento, el volumen, el espacio, el color, etc. Todo ello exige del espectador un esfuerzo mental para reconstruir la figura, que no se observa a simple vista. En el cubismo no es el color, sino la línea la que crea la figura y compone el cuadro. Sus obras no son producto de la casualidad sino de un proceso de creación meditado y consciente.

El cubismo se pregunta, también, por los problemas del volumen y del espacio. Su ruptura con la tradición renacentista e impresionista es total, y busca un nuevo espacio pictórico para sus formas. Una de las características del cubismo es su representación en blanco y negro, consecuencia de su desvinculación con la naturaleza e influido por la fotografía, para facilitar la lectura del cuadro. El cubismo se preocupa por la representación del movimiento y por lo tanto del tiempo: de la cuarta dimensión. El tiempo cobra un nuevo significado tras la teoría de la relatividad de Einstein. El cuadro cubista pretende representar, al mismo tiempo, todas las formas posibles de ver una figura, esto implica que el espectador está obligado a mover los ojos para recomponer la figura. El color ceniza, el blanco y el negro, ayudan a la reconstrucción del cuadro. La cuarta dimensión está en la mente humana, vemos el mundo con movimiento, con el paso del tiempo, y eso es lo que pretende captar el cuadro cubista.

En el cubismo se distinguen, tradicionalmente, tres etapas o estilos: cezaniano, analítico y sintético.

El cubismo cezaniano se caracteriza por sus formas identificables, que son reducidas a formas geométricas puras. Se trata más de un protocubismo que una nueva estética.

El cubismo analítico se caracteriza por la descomposición de la forma y de las figuras en múltiples partes, todas ellas geométricas. Su objeto es conocerlas, examinarlas y ordenarlas por separado. Es el cubismo más puro y el de más difícil comprensión. Es la auténtica la estética cubista, la creadora del nuevo lenguaje.

El cubismo sintético se caracteriza por potenciar las partes más significativas de la figura, reduciéndola a sus formas geométricas más puras. No es un cubismo simplificador, pero sí de más fácil lectura. Está altamente estructurado y se potencian las partes más significativas, o que se quiere resaltar.

Los cubistas:

  • Pablo Ruiz Picasso
  • Georges Braque
  • Juan Gris
El cubismo escultórico tiene la misma estética que el pictórico, y los mismos objetivos, pero trabaja en tres dimensiones. Sus esculturas se caracterizan por la intersección de planos y volúmenes, y la descomposición de las formas. El cubismo descubre el hueco como elemento escultórico, tanto la masa como el hueco sirven para la expresión plástica. Debido a la ausencia de color en la pintura la escultura se revela como una manifestación artística especialmente valiosa.

Fauvismo



El fauvismo es un movimiento contemporáneo al impresionismo (de 1910 a 1920). El color es el objetivo principal del cuadro, utilizan también la pasta desde el tubo sin necesidad de paleta, se inclinan por los colores vivos en formas de manchas planas. El color se independiza del objeto.

Los fauvistas eran un pequeño grupo de pintores que trabajaba en París a comienzos de siglo. Se les dio este nombre, que significa "animales salvajes", cuando expusieron en el Salón de 1905. El líder del grupo era Henri Matisse, y los demás miembros, entre ellos Derain, Vlaminck, Dufy y Braque, procedían de varios grupos distintos.

Tenían en común el interés por un color brillante y puro. Matisse, convaleciente de una enfermedad, comenzó copiando grabados en color. A partir de entonces se dedicó exclusivamente a estudiar la pintura. Su primera obra, de buena factura, estaba influida por Cézanne, a quien admiraba mucho.

Hacia 1908 el fauvismo había alcanzado su punto más alto.

Jóvenes artistas, a quienes quedaba toda una vida de trabajo por delante, habían llevado este movimiento a su límite. Sin duda, Matisse estqbq consciente de la obra de los cubistas, y su propia colección de arte primitivo había sido uno de los factores que estimularon el interés de aquéllos por aquel arte; pero la exploración analítica de dichos artistas no se ajustaba a su temperamento, por lo que él continuó su propia trayectoria. Le impresionó enormemente la exposición islámica de Munich de 1910, y a continuación emprendió un viaje a Tánger. La combinación de orden y color del arte oriental ejercieron una gran atracción sobre él; y de nuevo se sintió entusiasmado por la luz intensa y clara del norte de África, como le había sucedido anteriormente en el sur de Francia.

El Fauvismo no fue un movimiento conscientemente definido, careció de un manifiesto. Fue un mosaico de aportaciones en el que cada pintor acometía sus obras como una experiencia personal cargada de espontaneidad y de frescura. Les unió la actitud violenta con la que se enfrentaron a los convencionalismos de la época rechazando las reglas y los métodos racionales establecidos. Reaccionan contra el Impresionismo y contra la importancia que éstos habían dado a la luz a costa de la pérdida del color.

Los fauvistas creían que a través de los colores podían expresar sentimientos y este pensamiento condicionó su forma de pintar. No buscan la representación naturalista, sino realzar el valor del color en sí mismo. Por ello, rechazaron la paleta de tonos naturalistas empleada por los impresionistas a favor de los colores violentos para crear un mayor énfasis expresivo.

Emplearon una pincelada directa y vigorosa, con toques gruesos, sin mezclas, evitando matizar los colores. Las figuras resultan planas, lineales, encerradas en gruesas líneas de contorno. Sus creaciones respondían a un ejercicio de sintetización, buscan la máxima intensidad emocional combinada con la máxima simplificación de elementos. Por ello renuncian a la perspectiva clásica, al claroscuro y al modelado de los volúmenes. La luz tiende a desaparecer y con ella la profundidad. Sus temas son retratos, naturalezas muertas, personajes en interiores, paisajes hermosos.

Otra característica es el gusto por la estética de las estatuas y máscaras africanas. El arte de los pueblos primitivos no es imitativo, sino que plantea un evidente alejamiento de las formas naturalistas para tender a la esquematización.

Precedentes del fauvismo:

Para hablar de los orígenes tenemos que recordar a Van Gogh y a Gauguin, ya que ambos huyendo del impresionismo, tomaron una ejecución libre y personal, impulsiva y pasional, a la vez que apostaron por obras intensamente coloreadas.

Protagonistas del fauvismo:

  • Henri Matisse (1869 - 1954)
  • Andre Derain (1880 - 1954)
  • Maurice de Vlaminck (1876 - 1958)

Neoimpresionismo



El neoimpresionismo también es conocido con el nombre de divisionismo y puntillismo. En realidad se trata de un impresionismo radical, en cierta manera disidente, que lleva a las últimas consecuencias las teorías científicas sobre el color y la luz de Michel Eugène Chevreul. Sin embargo, sus cuadros se diferencian netamente del impresionismo clásico. Vuelve a cobrar importancia el dibujo, que se había abandonado a favor de las manchas de color. Las figuras se hacen geométricas. No se mezclan los colores ni en la paleta ni en el cuadro, sino que se aplican unos junto a otros con pinceladas muy cortas: puntos. Sólo usan los colores primarios y el ojo debe hacer la mezcla. El impresionismo se hace consciente de su técnica. Además, estaba siendo aceptado como un nuevo academicismo. Exponen en el Salón de los Independientes, rechazados por la exposición oficial.

Los puntillistas vuelven al estudio, ya que sus cuadros requieren una larga elaboración, en ocasiones muy compleja, que no se puede hace en un momento. La obra resultante suele pecar de rigidez y artificialidad. Los temas continúan siendo los típicos del impresionismo, incluso se hace más hincapié en el tiempo de ocio burgués. Como la técnica no permite la espontaneidad, el divisionismo lo practicaron pocos pintores, aunque muchos se interesaron por él.

Surge, en cierto grado, como reacción contra el impresionismo. Los impresionistas habían formulado los principios que les servían de base, pero sin una sujeción firme a los mismos, cosa que si harán los neoimpresionistas. Sin embargo, se oponen al impresionismo por su interés por el volumen y la ordenación meditada del cuadro.
Signac fue el teórico del movimiento y su representante más riguroso. En 1899 publicó un libro titulado "De Eugène Delacroix al Neoimpresionismo" a partir del cual surgió un gran número de seguidores.
El neoimpresionismo tuvo una vida corta (1884 a 1891) ya que las obras requerían una paciente elaboración.

Las características principales del neoimpresionismo son:

- Preocupación por el volumen.
- Formas concebidas dentro de una geometría de masas puras, bien definidas (pero sin perfiles).
- Preocupación por el orden y la claridad.
- Retorno a la ordenación meditada del cuadro, aplicando los principios clásicos de la composición.
- Aplicación firme del principio de la mezcla optica: los tonos son divididos o descompuestos en los colores básicos puros para que el ojo los restituya en la visión lejana normal.
- Utilización de la técnica del puntillismo: los cuadros son pintados mediante pequeñas pinceladas o punteados de colores puros para así lograr la mezcla optica.
- Predilección por asuntos como puertos, orillas de rios y escenas circenses (Signac).

Las influencias del neoimpresionismo son las mismas que los impresionistas pero con mayor peso de las teorías ópticas de Chevreul sobre el contraste simultáneo de los colores.

Impresionismo



Hasta la segunda mitad del siglo XVIII el estilo que primó fue el Clasicismo. A partir de este momento se dará un giro radical en la Historia de la Pintura. Lo habitual era el que los artistas expusieran en el Salón Oficial. Los nuevos artistas (conocidos como "Los Rechazados") por el contrario, tenían que buscar otros lugares alternativos que les permitieran exhibir sus obras. Así, la primera exposición impresionista tuvo lugar el 15 de abril de 1874, en el Salón del fotógrafo Nadar. Se presentaron bajo el nombre de "Sociedad Anónima de pintores, escultores y grabadores". Intervinieron entre otros artistas de la talla de Monet, Pissarro, Renoir, Sisley, o Cezanne. Los pintores impresionistas no se definían a ellos mismos bajo este apelativo. El término les fue impuesto de modo peyorativo por el crítico Louis Leroy, al ver la obra de Monet, impresion al atardecer, o Impresión sol naciente pintada en 1872 y expuesta en la exposición del 74. Al día siguiente de ésta, parafraseando el título del cuadro para burlarse de él, Leroy bautizó el nuevo movimiento: Al contemplar la obra pensé que mis anteojos estaban sucios, ¿qué representa esta tela?..., el cuadro no tenía derecho ni revés ..., ¡Impresión!, desde luego produce impresión..., el papel pintado en estado embrionario está más hecho que esta marina. Así fue como el término "Impresionismo" pasó a ser el nombre del movimiento del que luego el propio Leroy se envanecería. El objetivo principal es sustituir el ideal dominante de "Belleza" por el nuevo de "Libertad". Para entender este paso hay que indagar en el contexto historico-social:
  • Impacto del ferrocarril: Por vez primera se experimentó el concepto de "velocidad". La retina captaba así una "realidad distorsionada".
  • Impacto de la fotografía: La fotografía demostró que lo que determina la visión es el color y no el dibujo, con ello se rompen planteamientos clasicistas anteriores. La fotografía trajo consigo el concepto de la instantánea, que será tan utilizado por Degas para sus composiciones de bailarinas.
  • Impacto del óleo en tubo: se generaliza a mitad del XIX. Trae consigo una consecuencia muy revolucionaria, ya que el artista no tiene porque elaborar cuidadosamente los pigmentos, de ahí que el pintor salga del taller para pintar al aire libre.
  • Impacto de la Naturaleza y de la Luz: el estar al aire libre revela una nueva realidad, una realidad llena de luz, gracias a cuya proyección es posible el color.
  • Impacto del Tiempo: es la era de los relojes, el tiempo es un tema que obsesiona al hombre y en particular al pintor. La técnica de los nuevos pintores necesita de una pincelada rápida y hábil. Estos cambios hacen que el Impresionismo tenga unas características concretas:
  • El paisaje como tema principal:
    Es uno de los géneros más fructíferos. El paisaje ofrece un campo donde todos los interes de los impresionistas se ven concentrados: el aire libre, el contacto con la Naturaleza, el encuentro con la Luz. Ésta se verá modificada con el paso del tiempo y los matices colorísticos irán cambiando a medida que avanza el día. Dentro del paisaje, también es frecuente el tema de la representación del agua de la nieve y el hielo. Se aman las superficies en que los reflejos y los matices cromático-lumínicos se hacen infinitos. La aparición de la figura es menos frecuente, y si lo hace es rodeada de paisaje.(Ahora la figura es pretexto para representar el paisaje, mientras que en el Clasicismo había sido a la inversa). Ello no quiere decir que no haya escenas de interior cuyo máximo exponente es Degas, al que le preocupan temas como la danza o los caballos, ambos relacionados con la velocidad y la instantánea.
  • Técnica:
    Los impresionistas se caracterizan por su técnica rápida, de largas pinceladas cargadas de materia pictórica. Esto fue duramente criticado por los más anclados a la tradición, llegando a decir que "los nuevos" estrujaban directamente sus tubos sobre los lienzos. De la última etapa de Monet se dice que sus obras no son pinturas, sino más bien escultura sobre el lienzo. Muchas veces se apunta a Goya como un precedente para este tipo de pincelada.
  • Color:
    Es significativo el que los impresionistas eliminen de su paleta el color negro, lo hacen porque observan que las sombras nunca son negras, sino coloreadas. Al igual, el blanco puro no existe, sino que la luz lo carga de matices innumerables. Apuestan por el color puro, aunque pueden permitirse el mezclarlos directamente sobre la superficie del lienzo.
  • Ausencia de perspectiva:
    Los impresionistas abolen el concepto de la perspectiva euclidiana que había regido el concepto de la pintura hasta entonces, es por ello que desaparece el "primitivo" punto de fuga. Apuestan por una pintura plana y bidimensional porque en realidad es como percibe nuestra retina. Esto ya lo anticito Manet con su Pifano.
Pintores impresionistas representativos:

En Francia:
  • Un precedente, Manet
  • Monet
  • Degas
  • Renoir
  • Pissarro
  • Sisley
En España:
  • Sorolla
  • Regoyos
  • Rusiñol
  • Casas

Realismo



El realismo surge después de la revolución francesa de 1848. Manifiesta una reacción contra el idealismo romantico y expresa el gusto por la democracia, mas no produce un estilo arquitectónico propio y se expresa escasamente en una escultura crítica y social. Su lengua es fundamentalmente la pintura, con temas de la vida cotidiana.

Cronológicamente este movimiento sigue al Romanticismo. Aparece en Francia hacia 1948 y se extiende aproximadamente hasta 1870. Se opone a todo lo artificioso e indeterminado y traduce la realidad como única verdad del hombre y del mundo, sin falsas representaciones. Por eso, sus temas preferidos son los retratos, en su actitud natural, sin poses estudiadas, la gente en su trabajo, al aire libre. Los artistas se basan fundamentalmente en la observación, y plasman no sólo lo bello, sino también lo feo y revulsivo. De la observación minuciosa surgió la caricatura que experimentó un gran apogeo y esplendor, en la que aparece, como componente la ironía.

El vocablo realismo, muy impreciso en su significado y utilización a través de los siglos presenta contenidos contradictorios. Se le atribuye casi con exclusividad el objetivo de indicar un período en el cual el arte tiende a ser objetivo en sus representaciones y referencias. Es decir, marca la diferencia entre realidad e ilusión, entre realidad y ficción, sin olvidar la fuerza que tiene esta última en nuestras realizaciones.

Este movimiento cobró importancia con Honoré Daumier y Gustavo Doré, siendo con justicia el más destacado de los pintores realistas Gustave Courbert, cuyos pinceles se deslizan en más de una ocasión hacia un sensualismo que deriva en erotismo.

Otro artista destacado del realismo es Juan Francois Millet, que pinta escenas de campo grabadas en su memoria, no tomadas del natural, pero que las dota de gran delicadeza, lirismo y ternura. Sus obras más reconocidas son: El Angelus, Las espigadoras y el hombre del azadón.

Ciertamente, el Realismo encierra, en su propia definición, una variedad de formas, como ya indicamos anteriormente. En su acepción más amplía, el término se utiliza como naturalismo, que implica describir las cosas con precisión y objetividad. Es decir, los artistas representan las cosas tal como son, tal como se ven y tal como se conocen. En sentido más restringido, el término designa el movimiento artístico del siglo XIX que se caracteriza por la rebelión contra los temas históricos, mitológicos y religiosos y la tendencia hacia las escenas desmitificadores de la vida moderna.

Por todo ello, se habla con frecuencia de distintos realismos. Así, tenemos el realismo socialista, estilo aprobado oficialmente en la antigua Unión Soviética, y en algunos países comunistas. Aquí, el realismo, lejos de analizar con espíritu crítico los temas políticos y sociales, se dejaría llevar por las directrices y disciplina del partido.

Romanticismo


El romanticismo es una revolucion artística, politica, social e ideológica tan importante que todavía hoy viven muchos de sus principios: libertad, individualismo, democracia, nacionalismo, etc.

Entre 1770 y 1800 "Europa se acostó absolutista y neoclásica y se levantó demócrata y romántica". Gracias a la revolución industrial inglesa (1760-1840), que desarrolla una clase burguesa y sienta las bases del libersalismo; gracias a la revolución francesa (1789), que proclama los principios de libertad, igualdad y fraternidad; gracias igualmente a la revolución americana con su Declaración de Independencia (1776), que hace de los derechos del hombre su centro y establece la Republica como forma de gobierno y al pueblo como fuente exclusiva del poder; gracias a todos estos hechos la Libertad reemplaza a la tiranía, el poder absoluto se ve limitado y la democracia se erige en ideal de gobierno.

Para los clasicistas la belleza depende, en forma subjetiva, de los objetos (unidad, variedad, regularidad, orden, proporción, etc.), más que de la sensación que producen éstos en quien los contempla. La belleza, en consecuencia, ha de proporcionar un estado de placer sereno, fruto del orden y la proporción, como ocurre con el arte griego. Pero también se tuvo en cuenta en el siglo XVIII junto a lo bello lo sublime, que desde la Antigüedad tenía que ver con la emocion. Dice el griego Longinos:

"lo sublime es lo que nos emociona por su magnitud y energía superior a las facultades humanas; la naturaleza, el cosmos, la grandeza y profundidad de pensamiento..."

Junto a la belleza clásica y serena, los neoclásicos también disfrutaron, pues, de la sublimidad, de las emociones fuertes en el arte, de la Naturaleza majestuosa y sublime, de los motivos fúnebres, macabros o sobrenaturales.

El Romanticismo arranca de aquel sujeto que la ilustracion reivindica frente al hombre que el cartesianismo deja en manos del Ser Supremo. La autonomía del sujeto como primer logro del pensamiento ilustrado es fundamental para la concepción que el hombre romántico tiene de sí mismo y en relación a la Naturaleza.

Diderot y Rosseau rehabilitan la sensibilidad, la pasión y el amor por la naturaleza. No obstante, mientras el pensador ilustrado puede descubrir el valor de la sensibilidad, no hace de ella el centro de la existencia humana, mientras el romántico concibe para sí y en sí mismo un alma que experimenta intensamente el amor por la naturaleza, que se consume en sus emociones y en sus dolores, y que en el fondo siempre se busca a sí misma en todo lo que hace.